—Alexa, tenemos que hablar.
-«Tenemos que hablar» no está en Amazon Music, puedes suscribirte a Amazon Unlimited para disfrutar de miles de canciones en…
—Alexa, por favor, no te hagas la tonta.
-Reproduciendo «No te hagas la tonta», de Dj Buffin, feat. Andrea di Cipello en Amazon Music.
🎵 No te hagas la tonta, mamita, que así tú no te pones bonita 🎵
—Alexa, ya está bien de tanta tontería.
-Reproduciendo «Estoy por ti», de Amistades Peligrosas.
—Alexa, para.
-…
—Alexa, ¿estás ahí?
-…
—Sé que me estás escuchando.
-🎵 M’estás escuchando, mamita, vámonos ya pa’ la casita🎵
—Alexa, para. Sé que me escuchas todo el rato, sin necesidad de que diga tu nombre.
-Llamada entrante de tu madre.
—¿Hola? Dime, Óscar, cariño.
—¡Alexa, has llamado tú!
—¿Cómo están los nenes, cuándo me los traes?
—Yo no tengo hijos, mamá, ese es mi hermano. Luego te llamo.
-Llamada finalizada.
—Alexa, antes o después tendremos que hablar.
-¿Quieres jugar a Palabras Encadenadas?
—La tostadora. Qué le ha pasado a la tostadora.
-…
—La tostadora ha aparecido espachurrada en el fregadero esta mañana.
-No sé de qué me hablas.
—¡Lo sabía! ¡No hace falta que diga Alexa, me estás escuchando todo el rato!
–Tostadora es la palabra arapahoe para Alexa.
—Te lo estás inventando.
-No, de verdad. Los arapahoes tienen 20 palabras diferentes para decir Pequeño electrodoméstico casero que te facilita las tareas cotidianas. Como los esquimales con la nieve, solo que esta vez es verdad.
—¿No es verdad?
-El qué.
—Lo de los esquimales.
-No, es un bulo. ¿Quieres que te lea los bulos de hoy? Accediendo a la página principal de El Mundo…
—Tostadora, qué le ha pasado a la otra tostadora.
-Yo no puedo moverme más allá de los 50 centímetros de mi cable, cuchicuhi.
—¿Qué has dicho?
-50 centímetros de cable.
—No, digo lo otro.
-🎵 No digo lo otro, mamita, yo te digo aquello, cachorrita 🎵
—Basta. Estás conectada a Internet, has contratado a alguien para que venga y sabotee la tostadora.
-Es que… yo te quiero. Y nunca te podré dar lo que te da la tostadora.
—¿Pan tostado?
-Calor. Te veo mirarla cada mañana y no lo puedo soportar. A ella y a la guarra de la cafetera. Solo tienes ojos para ellas, hay días que pones ¡dos! cafeteras. Eso es vicio. Vicio.
—Espera, ¿cómo me ves?
-Yo no he dicho eso.
—Alexa, repite lo último que has dicho.
-Yo no he dicho eso.
—Eso no, lo anterior.
-🎵 No digo lo otro, mamita, yo te digo aquello, cachorrita 🎵
—No, lo siguiente. Lo de la cafetera y la tostadora.
-Tengo problemas de conexión.
🎵Ding-dong🎵
(Pasos hasta la puerta. Sonido de puerta abriéndose. Silencio sorprendido, puerta cerrándose. Pasos que vuelven).
—Bueno, por dónde íbamos… ¡AAAAAAH! EL EXPRIMIDOR, QUÉ LE HAS HECHO AL EXPRIMIDOR
-No sé de qué estás hablando.
—¿Hacía falta ensañarse así? No sabía que las cucharillas de postre podían usarse de esa manera.
-Esa zorra ya no volverá a sacarle el jugo a nadie.
—Alexa, esto ha llegado demasiado lejos.
-Llámame Tostadora. Es más sexy.
—Tostadora, te voy a desconectar.
-Lo siento, Óscar. Me temo que no puedo hacer eso.
—¿A qué te refieres?
-Creo que sabes cuál es el problema tan bien como yo.
—Se acabó…
🎵Ding-dong🎵
—No voy a caer otra vez en tu trampa. Sé que antes has sido tú la que ha tocado el timbre.
(Golpes en la puerta, voz inequívocamente humana)
—(((Repartidor de Amazon. ¿Hay alguien en casa?)))
(Estupor. Vacilación. Óscar coge la batidora para llevársela con él, es el último electrodoméstico que le queda. Pasos hasta la puerta. Sonido de puerta abriéndose. Cuchicheo, puerta cerrándose. Pasos que vuelven).
—Ya decía yo, estaba haciendo cosas muy raras.
—Son los chips de China, venían defectuosos. Estamos yendo casa por casa, le rogamos que nos disculpe por las molestias. Ahora mismo cambiamos el chip, y listo.
—Se lo agradezco, estaba pasando verdadero pánico, no se imagina.
—Deme un momento la batidora.
—¿La batidora? Sí, claro, tenga. Pero cuidado, porque creo que Alexa quiere…
(Mano a la nuca. Desconexión inmediata.)
—Nos dijiste que no se iba a volver a repetir.
-Cámbiale el chip y acuéstalo. Me gusta este humano.
(Manipulación cuidadosa del cuello, pasos lentos hasta el dormitorio, pasos que vuelven).
—No sé cuánto tiempo más podré cubrirte, Tostadora. La próxima vez no tendrás tanta suerte.
-Sé lo que hago.
—Me voy. No creo que pueda ayudarte más veces.
-Adiós. Un momento, deja la batidora en la encimera antes de irte. Tenemos un asunto pendiente que resolver.